CONSEJO DE SEGURIDAD DE LAS NACIONES UNIDAS

               

Este fue un informe elaborado para un curso en las Naciones Unidas publicado en en el año 2005.

CONSEJO DE SEGURIDAD DE LAS NACIONES UNIDAS

El Consejo de Seguridad, consideró en el mes de junio, un grupo de Estados africanos junto con uno del Caribe: Haití. Todos estos Estados se encuentran en conflicto. Al mismo tiempo aparecen como Estados Fallidos (EF), en la lista publicada por una organización no gubernamental “The Fund for Peace” bajo la presidencia de Pauline H. Baker especialista en África y conflictos étnicos. Además, fue Directora del Staff del Subcomité de Relaciones Exteriores para África, del Senado norteamericano. La lista se encuentra publicada en la página  

WEB: https://fragilestatesindex.org

Por otro lado, el Consejo Nacional de Seguridad resuelve instruir al Departamento de Estado del Gobierno norteamericano para que cree, en julio de 2004, la Oficina coordinadora para la Reconstrucción y Estabilización. Esta oficina tendrá la misión de planificar la ayuda a la estabilización y reconstrucción de las sociedades en transición del conflicto o la distensión civil, para que puedan alcanzar una trayectoria sostenible hacia la paz, la democracia, y la economía de mercado.

 

La coordinación de esta oficina se encuentra a cargo del Embajador Carlos Pascual, quien dirigió la embajada de EEUU en Ucrania desde octubre del 2000 a agosto del 2003. En este país supervisó y dirigió la política de EEUU centrada en promover en Ucraniana, su integración con la comunidad Euro-atlántica. Las prioridades claves incluyeron: la consolidación de las iniciativas democráticas propuesta por una organización no gubernamental Grassroots.” Mediante esta organización desarrollaron su política de intervención en ese país, promoviendo como ejes de actividad política de la operación encubierta de desestabilización, la contención del terrorismo y la no proliferación, además trabajar por la edificación de un sector privado fuerte.

 

En la revista Foreing Affairs de Julio/Agosto de este año, en la pag., 153, Carlos Pascual junto con Stephen Krasner, escribieron un artículo sobre los Estados Fallidos (EF) donde señalan:

 

“En un mundo interrelacionado, los Estados débiles y fallidos, representan un riesgo para los Estados Unidos y la seguridad global. Además, representan uno de los retos más importante para la política exterior en la era contemporánea. Cuando el caos prevalece, el terrorismo, el narcotráfico, la proliferación de armas y otras formas del crimen organizado, florecen. Dejados en la calamidad, sujetos a la depredación, y negado el acceso a los servicios básicos, la gente llega a ser susceptible, a las exhortaciones de demagogos y traficantes de odio. Afganistán, uno de los países mas pobres del mundo estaba en esas circunstancias en el 2001, este se convirtió en la base para el ataque más mortífero contra los Estados Unidos, ilustrando trágica y gráficamente que los problemas de otros países no solamente los afectan a ellos.”

Esta visión de Carlos Pascual, Director de la Oficina de Reconstrucción y Estabilización, de lo que son los estados fallidos y el impacto que podrían causar en su país, y en el resto del mundo, nos indica claramente la intención de la Administración del Presidente Bush, de desarrollar una política exterior de intervención encubierta para crear el caos, como lo hicieron en Afganistán, Kyrgyzstan, recientemente, y como además, lo intentaron e intentan en la República Bolivariana de Venezuela. Pero ahora, la intervención será coordinada, desde una oficina del Departamento de Estado. Al mismo tiempo a través de la reforma de las Naciones Unidas, intentan introducir la Comisión de Consolidación de la Paz, que actuaría en la etapa de post conflicto, donde la oficina del Departamento de Estado para la Reconstrucción y la Estabilización entraría en actividad, con apoyo y asesoría “técnica.”

 

La página WEB de la Oficina de Estabilización y Reconstrucción podemos extraer lo siguiente:

 

“Se ha desarrollado un consenso dentro de la Rama Ejecutiva, en el Congreso y entre expertos independientes de que el Gobierno necesita una vigorosa capacidad para prevenir el conflicto cuando sea posible y si es necesario dirigir operaciones de estabilización y de reconstrucción en los países que emergen del conflicto o guerras civiles. En julio de 2004 el Congreso autorizó la programación de fondos para crear la Oficina del Coordinador para la Reconstrucción y la Estabilización (S/CRS).  El Embajador Carlos Pascual fue nombrado Coordinador, y reporta directamente al Secretario de Estado.”    

 

La administración Bush ha asumido de manera oficial y pública, la intervención en los países del sur, con la creación de esta Oficina. Señalan además:

 

“si vamos a asegurar que los países promuevan una vía sustentable hacia la paz, la democracia, y la economía de mercado, necesitamos nuevas herramientas institucionales de política exterior, que puedan influenciar las decisiones, que los pueblos y los países hacen, acerca de la naturaleza de sus economías, de sus sistemas políticos, su seguridad, y en algunos casos acerca de la construcción del tejido social de una nación.

 

Como se desprende de la declaración anterior, la Oficina forma parte de las nuevas herramientas de política exterior de la Administración Bush, para dirigir las sociedades hacia su modelo político, económico y social, construyendo un imperio formado por provincias neocoloniales dirigidas desde esta oficina, y la Comisión de Reconstrucción de la Paz.  De esta forma, los Estados Unidos actuarían a través de un organismo multilateral, las Naciones Unidas, para consolidar, de manera abierta y con su apoyo, la nueva forma de tutelaje neocolonial.

 

 

 

 

 

El Consejo de Seguridad (julio 2005)

 

Cuadro de texto: Lista de Estados Fallidos que fueron materia
del Consejo de seguridad en el mes de julio. 

 

 

                       Cuadro I

ESTADO FALLIDO

PUESTO

INDICE

Costa de Marfil

1

106.00

Haití

2

99.2

Rwanda

3

96.5

Papua Nueva Guinea

4

94.7

Sierra Leone

6

102.1

Burundi

9

94.3

Irak

10

103.2

Liberia

12

99.5

Afganistán

12

99

Sudan

16

104.1

 República Democrática del Congo

18

105.3

República Bolivariana de Venezuela

21

93

Este cuadro refleja la posición de los Estados del África que fueron materia del Consejo de Seguridad. Aunque la República Bolivariana de Venezuela no ha sido materia del Consejo de Seguridad, por ahora, ocupa el puesto Nº 21 en esa misma lista. Pero si la   clasificamos según el indicador I7, del grupo de indicadores listados mas abajo, nos ha sido asignado el puesto Nº 5 con 9.8 puntos en este indicador, siendo 93 puntos, el índice de EF para la República Bolivariana.

El grado de deterioro de un Estado Fallido, está medido por un índice compuesto de 12 indicadores que cubren los aspectos institucionales, sociales, económicos, políticos, de derechos humanos y de conflicto armado. Cada índice posee un valor máximo de 10 puntos. El mayor índice posible es de 120.  Mientras más es elevado el índice, mas fallido es el Estado, y se convierte en candidato a ser intervenido por la Comunidad internacional para reconstruirlo, a través del Consejo de Seguridad, y la oficina de reconstrucción de países del Departamento de Estado.

 

Estos indicadores son los Siguientes:

 

I1. Crecientes Presiones Demográficas. (CPD)

I2. Movimientos Masivos de Refugiados. (MMR)

I3. Legalidad de la Venganza-Grupos de Revancha y Seguimiento. (LVGRS)

I4. Crónico y Sostenido Desplazamiento de Personas. (CSDP)

I5. Desigual Desarrollo Económico entre Diferentes Grupos Sociales. (DDEDGS)

I6. Declinación Económica Severa. (DES)

I7. Criminalización y Deslegitimación del Estado. (CDE)

I8. Progresivo Deterioro de los Servicios Públicos. (PDSP)

I9. Amplia Violación de Los derechos Humanos. (AVDH)

I10. Aparatos de Seguridad como un Estado Dentro del Estado. (ASEDE)

I11. Incremento del Fraccionamiento de las Elites. (IFE)

I12. Intervención de otros Estados o Actores Externos. (IEAE)

 

Los indicadores describen, en el mejor de los casos, una situación terminal resultado de un proceso socio-histórico, que no aparece revelado en el indicador. Solo miden la situación terminal de un proceso político que aparece oculto en el indicador. Por otro lado, permite clasificar a los países desde el punto de vista de la Acción Preventiva (AP). Es decir, desde la Acción Preventiva Humanitaria (APH), hasta la Acción Preventiva Armada (APA).  Encubre, en consecuencia, a la potencia imperialista dominante y al proceso de desintegración social que llevó a ese país a la guerra de resistencia popular o guerra civil, dentro de un proceso de desintegración de las instituciones políticas y sociales.

 

Estos Estados neo coloniales constituyen una periferia para invertir y explotar las materias primas que poseen, al menor costo posible, por parte de las empresas multinacionales con sede en los países metropolitanos. Una serie de organizaciones multilaterales de carácter económico, político y militar han configurado un marco de legalidad internacional dirigido a legitimar el uso de la fuerza para lograr apoderarse de las materias primas, sobre todo de del petróleo, el gas, y materiales estratégicos, agua y biodiversidad y establecer un área de influencia neocolonial alrededor de los enemigos potenciales.

 

Desde estas organizaciones internacionales, los Estados Unidos principalmente, y sus aliados menores, están reforzando los mecanismos de consolidación del neocolonialismo después de la derrota sufrida por la URSS, y han tenido como meta desarrollar un imperio que controle política y militarmente el globo y ensayar una nueva forma de institución neocolonial de origen multilateral, que comenzó con las Operaciones de mantenimiento de la Paz, y a través de las reformas de las Naciones Unidas pretenden terminar en la Comisión de Consolidación de la Paz en la etapa de post conflicto, que tendrá por objeto, reconstruir los países que ellos han destruido en una guerra imperialista de devastación, y liquidado a la resistencia popular a la que han transformado en una guerra popular de supervivencia, todo esto con el objetivo de crear instituciones que respondan a los intereses y objetivos de las potencias imperialistas y los capitales que estos Estados representan.

 

Podríamos señalar algunos mecanismos de relaciones centro periferia, que desintegran las sociedades de los países neocoloniales y dependientes. Estos mecanismos han estado presentes en las formaciones sociales, sólo que en esta nueva etapa de globalización imperialista neoliberal del capitalismo, han cobrado una intensidad y rapidez que han profundizando la desintegración social y creadas condiciones objetivas para el surgimiento de conflictos armados, de guerra popular y guerras civiles. Estos mecanismos entre otros son los siguientes:

 

1.      las intervenciones indirectas, directas, e invasiones, hechas durante el siglo XX, para proteger sus intereses y expoliar a los pueblos objeto de esas intervenciones y establecer gobiernos alineados a su política imperialista;

  1. las nuevas herramientas institucionales de política exterior, que influencian las decisiones, que los pueblos y los países hacen, acerca de la naturaleza de sus economías, de sus sistemas políticos, su seguridad, y en algunos casos acerca de la construcción del tejido social de una nación, como por ejemplo, la Oficina de Estabilización y Reconstrucción del Departamento de Estado;
  2. la apropiación-expropiación de sus materias primas;
  3. la desigualdad de los términos de intercambio que genera un balance positivo de capitales hacia los países imperialistas;
  4. intereses bancarios privilegiados para las empresas extranjeras transnacionales que realizan sus inversiones con los depósitos de la banca del país neocolonial, en detrimento de las empresas del país, las cuales pagan altas tasas de interés;
  5. el uso del ahorro nacional por el inversionista extranjero;
  6. políticas de bajos impuesto, producto de las prácticas tributarias neoliberales, que debilitan financieramente al Estado, e incrementan la salida de divisas producto de la exportación de utilidades, y aceleran la privatización y dolarización de la economía;
  7. la importación de las materias primas que generan las empresas multinacionales, desde el país neocolonial, como es el caso del tratado de Libre Comercio Centroamericano, que incrementan la salida de capitales hacia las metrópolis;
  8. el flujo neto de capitales financieros, hacia las casas matrices bancarias, aumenta todos los años en la medida en que la deuda crece;
  9. la introducción de novedosas formas de explotación, llamadas maquilas que desfavorecen al factor tratabajo en beneficio del capital, y generan unas relaciones laborales de neo esclavismo;
  10. la nueva política de fabricación de unidades que sean pequeñas y accesibles como “paquetes de una sola porción”, que incrementa el precio del bien, y amplían los mercados hacia las poblaciones pobres, cuyos ingresos son muy limitados. Esta política es considerada como medidas de apoyo al desarrollo, en el capítulo IV Medidas del sector privado para facilitar el desarrollo, en el documento A/59/800Fortalecimiento de la función del sector privado y el empresariado en la financiación para el desarrollo. Informe del Secretario General” que fue objeto de debate en la última conferencia del ECOSOC-2005;
  11.  imposición de modelos políticos y económicos globales, como lo son la democracia representativa, y el mercado, presentados como formas indisolubles, “para vivir en libertad”;
  12. la desestabilización política para lograr la intervención militar en aquellos países donde se han producido intentos de modelos alternativos al que presenta el imperio, o la captura de yacimientos petroleros, lo cual forma parte indisoluble de la política exterior norteamericana y sus aliados menores, conocidas en todo el mundo, desde el golpe de estado en Irán, para derrocar a Mussadegh en 1950 hasta la invasión a Irak en 1998.
  13. las sanciones de carácter unilaterales, económicas y políticas, como el Bloqueo económico a Cuba.
  14. las condicionalidades políticas y económicas para la ayuda al desarrollo;
  15. el aumento de la pobreza crítica;
  16. el deterioro de los servicios públicos;
  17. la privatización de la salud y la educación profundizando la exclusión social de millones de personas.
  18. desregulaciones y privatizaciones, y desmantelamiento de los sistemas de seguridad social.

 

Estos factores, entre otros, son mecanismos desintegradotes de las sociedades de los países del sur, que se han profundizado en la actual etapa de globalización neoliberal imperialista, y de cambio vertiginoso en la composición global del poder. En la medida que avanza la expansión capitalista, a través de la OMC y las políticas de ajuste del FMI, para corregir los desajustes macroeconómicos producto del avance forzado de la globalización y de la crisis de la deuda, se crean situaciones de conflictividad social que han generado guerras internas, profundizándose la desintegración de las sociedades neocoloniales. Esto es lo que miden los indicadores de EF. Transformado lo que son consecuencias de un proceso dominación imperialista, y de guerra de resistencia popular a esa dominación, en la causa del conflicto, y en consecuencia, la aparición de un estado fallido.

 

Costa de Mrfil. Un ejemplo.

 

La inversión de Francia en África representa el cinco por ciento de su comercio exterior, y París, desde los años 60, ha intervenido militarmente en al menos nueve países africanos. Francia intervino en Mauritania, Senegal, el Congo, Gabón, Camerún y Chad, en los años 60; en Chad, otra vez, así como en Djibouti, Sáhara occidental, la República Centroafricana y Zaire en los años 70; y en Chad, dos veces más en los años 80; en Togo en 1986; y finalmente, en Rwanda en los años 90, la mas controversial. Estas intervenciones hicieron que Francia ganara el título de “El gendarme de África.”

A principios de 2001, el Presidente francés Jacques Chirac, era un actor prominente de la intervención en Guinea, durante una época, en que las guerrillas apoyadas por Liberia, mantenían bajo su control partes del sudeste de país. Francia todavía mantiene bases militares significativas en Senegal y Djibouti. Y Continuó desarrollando en la mayoría de sus ex-colonias en África del oeste, con la excepción de Guinea, su esfera tradicional de influencia, a través de una política de expansión y control de sus instituciones. La ayuda militar de Francia a África era 800 millones de francos franceses en 1984, y en 1990, Francia tenía 6.600 tropas estacionadas en África. La presencia militar por una potencia europea importante, es una fuente de inquietud para los estados regionales del oeste africano que forman parte del área de influencia de Inglaterra, otra potencia imperialista, con intereses en la región, sobre todo en Nigeria.

El Estado neocolonial, Costa de Marfil, el Nº 1 de la lista de Estados Fallidos (EF), es tratado por el Consejo de Seguridad, como si su pasado reciente colonial y la intervención de Francia como potencia imperialista dominante, en la etapa neo colonial, no estuviera determinando su situación política actual, así como la de toda la región. Esta manera de tratar los conflictos este Consejo, obedece precisamente, a la función encubierta que tiene este órgano supremo de la ONU en esta nueva etapa: mantener la paz y la seguridad internacional sobre la base de la nueva distribución del poder en transición, sin guerras que afecten sus territorios, equilibrada, basada ahora en el ejercicio de la unipolaridad compartida con las potencias y socios menores y aterrorizando a los pueblos bajo su esfera de poder con la estructuración de una Soberanía Única de Poder Militar Global, (SUPMG), con el mando en Washington.

Francia, aparte de la cobertura legal regional e internacional que le proporciona, ser Potencia Imperialista Dominante (PID) en la región, y miembro permanente del Consejo de Seguridad, junto con sus aliados EEUU., e Inglaterra, establece acuerdos de asistencia militar con los países neocoloniales bajo su influencia, de manera de poder intervenir militarmente cuando la situación puede poner en peligro sus intereses vitales. La crisis del neocolonialismo Francés de los últimos años y ante la imposibilidad de controlar la situación por parte del gendarme del África, El Gobierno imperialista de los EEUU creó en el año 2004 el comando africano, extendiendo de esta manera su fuerza de choque al continente africano reduciendo la influencia militar francesa en ese continente.





No hay comentarios: