LA QUINTA COLUMNA IDEOLÓGICA I
Carlos Armando Lazo García
Clazo13a@gmail.com
Cuando hablamos de la Quinta Columna Ideológica, en el aspecto económico,
nos referimos a la cultura económica dominante, que en la V República se nos
presenta como un obstáculo de carácter ideológico para el avance del
socialismo.
Hemos visto como en el pasado
reciente hemos recurrido a 5 devaluaciones durante estos 14 años con la misma
excusa que podría dar Miguel Rodríguez, tan criticado por los vocero de nuestra
revolución.
Las devaluaciones en forma
sistemática y recurrente comenzaron en
1983. Desde ese año se desarrolló un proceso cíclico de
inflación-devaluación-devaluación-inflación que todavía no se ha detenido. La
excusa para la devaluación en todos los casos estuvo centrada, en lo que las
premisas teóricas de la economía subjetiva, en relación al tema, eso de que
la devaluación a) aumenta la competitividad de las exportaciones no petroleras,
b) disminuyen las importaciones, y c) estimulan la sustitución de
importaciones, etc. Estas premisas son las que los economistas, sean
bolivarianos o no siempre esgrimen. Caracterizando un pensamiento económico
único. Las diferencias entre ellos se expresan en matices. Hay economistas
bolivarianos que cuestionan lo del incremento de las exportaciones, pero si están
de acuerdo con que se afecta la producción interna, si existe una
sobrevaluación de la moneda, porque es más barato importar.
El razonamiento en torno a las
causas de la devaluación lo podemos encontrar en el programa de la MUD en
párrafo 346.
“346. El gobierno ha facilitado
la fuga de capitales y ha dispuesto de las reservas para cumplir sus propios
fines de endeudamiento y gasto. Mientras tanto, el control permitió la sobrevaluación
del bolívar en una economía con alta inflación, a) encareciéndose en
consecuencia las exportaciones, b) abaratándose las importaciones y c)
reduciéndose las oportunidades para la producción de bienes transables en
Venezuela.”
En consecuencia hay que
devaluar, para corregir esos desequilibrios en el sector externo, y estimular
la sustitución de importaciones.
Lo que sí es cierto es que ni
disminuyen las importaciones, ni se sustituyen importaciones, ni aumenta la
competitividad de las exportaciones. Estas en vez de aumentar, han disminuido
en los últimos años, desde 5.506 en el
2005, 1734 mm$ en el 2009 y un leve
aumento a 2.131 mm$ en el 2011.
Esta disminución sistemática de las exportaciones, incrementa la
voracidad de los empresarios de la burguesía por obtener la máxima cantidad de
dólares posibles lo cual descapitaliza a las misiones sociales.
Este pensamiento económico único
se expresa en el documento bajo el
título leninista de ¿Qué Hacer?, escrito por los economistas bolivarianos.
Estos desarrollan un análisis económico convencional que podría hacerlo: los
técnicos de la mesa de la unidad, el Dr. Pedro Palma o cualquier economista
egresado con honores o sin honores de Yale, MIT, Chicago o UCAB pasando por la
UCV o cualquier otra escuela de economía. En este documento obvian lo
fundamental, la guerra económica, cuya base material es el excedente petrolero.
(http://www.aporrea.org/ideologia/a164538.html)
Esta guerra es expresión de la lucha, entre la burguesía neocolonial,
subordinada al capital transnacional, que expresa los intereses del CAPITAL MONOPOLISTA INTERNACIONAL
y por el otro lado, los sectores desposeídos de medios de producción
que personifican los intereses del TRABAJO y ahora defendidos
y representados en el gobierno
bolivariano revolucionario. Esta es la contradicción fundamental de la
relación de CAPITAL.
Si, la Lucha de Clases, donde la burguesía venezolana
expresa los intereses del Gran Capital Monopolista Internacional y le sirven a
su expansión. A través de ella, recibimos los ataques económicos, políticos
y militares. En consecuencia, es una lucha de clases antagónica e
irreconciliable, por el excedente económico.
En este documento en su análisis convencional expresan, “a manera de
diagnóstico de la situación actual, alertamos sobre una bomba atómica
económica que prácticamente ya ha estallado.” Estamos al borde de una catástrofe, una bomba atómica económica.
En este diagnóstico en torno a la escasez, señalan lo siguiente:
“1. Inusualmente altos
niveles de desabastecimiento interno, con un porcentaje de escasez general de
más de 20% en las cifras del BCV, y que llega al 50% en varios rubros vitales,
como harina pan, aceite y azúcar. El porcentaje es aún mayor en algunas
encuestas privadas, y representa la cifra más elevada desde Mayo de 2008, justo
antes de la recesión del 2009.”
En el párrafo 580 de los
lineamientos del programa de la MUD de los economistas fascistas se puede
leer:
“580 Algunos indicadores
generales pueden dar cuenta de los impactos negativos asociados a la política
expropiatoria. Entre ellos están el aumento de las importaciones de productos
agrícolas, el aumento de la escasez de productos. Para septiembre de 2011, el
índice de escasez de alimentos se ubica en 15,13 puntos; destacando que la
leche en polvo, el aceite vegetal, el café y el azúcar no se encuentran en los
anaqueles, ni siquiera de Mercal.”
Los economistas de la MUD ponen
el acento en las expropiaciones como origen de la escasez. Señalan que el
porcentaje de escasez es del 15,13 para septiembre del 2011, mientras que los
economistas bolivarianos la escasez, ya para el 2013, aumentó en un 4,83 para
ubicarse en un 20 % según cifras del Banco Central llega al 50 % en varios
rubros y enfatizan, que en las encuestas privadas es aun mayor. Los
economistas fascistas de MUD consideran la escasez, producto de la actividad
expropiadora, que lo señalan como una guerra contra la empresa privada.
Los economistas
bolivarianos ven en esta escasez, parte
de la guerra económica de la burguesía contra la revolución bolivariana, pero
como consecuencia de la política económica del Gobierno revolucionario,
coincidiendo con la MUD. Culpa de la revolución, veamos como lo dicen:
“17...Desafortunadamente, ha
sido en parte el propio gobierno, con sus políticas económicas, quien las ha
estimulado a organizarse políticamente contra él, usando armas
económicas equivocadas para ello. Esto se debe en mucho, además, a la
falta de una efectiva política de apertura de canales de conversación para
viabilizar soluciones mutuamente satisfactorias, que son perfectamente
posibles, e imprescindibles...”
Estos señores obvian que el
primer intento de Golpe de Estado fue el 6 de diciembre de 1998, cuando el
General Rubén Rojas Pérez, Yerno de Caldera,
intentó impedir el triunfo del Comandante Eterno Hugo Chávez Frías.
Por otro lado,
la política que desarrolló el
gobierno en los primeros dos años estuvo signada por el recorte presupuestario
para el año 1999 de 987,1 millones de Bs, disminución, que aún para Marzo se
percibía insuficiente porque la cotización del petróleo venezolano llegó a
estar en 7$ el barril, con la perspectiva de un déficit fiscal de 9% del
PTB.
En este contexto, de crisis
presupuestaria y financiera, comenzó la aplicación del programa de gobierno
donde se proponía el pago de la deuda social y reconstruir la infraestructura
educativa y hospitalaria, destruida con el objetivo de privatizarla. Para ello
se organizó el Plan Bolívar 2000.
El Comandante Eterno no siguió
la política del FMI, que en este contexto de crisis presupuestaria había que
continuar. Cualquier economista “racional” la aplicaría porque este es el
recetario universal. Ya que el FMI propone: 1. Crecimiento equilibrado del
comercio exterior; el auspicio de la estabilidad cambiaria; 2. mantenimiento de
tipos de cambio al margen de depreciaciones con fines competitivos y; 3. la
corrección del desequilibrio de la balanza de pagos. Esto se parece a lo que plantean siempre los
economistas.
Otro de los aspectos que
desarrolló el gobierno bolivariano fue, la gira que realizó el Comandante
Chávez por los países de la OPEP, con el objetivo de reconstruir los precios
del petróleo mediante la convocatoria la
Segunda Cumbre de la OPEP que se realizo exitosamente en Carcas el 2000. Los
precios estaban deteriorados por la política pro imperialista de la Mega Banda
Petrolera (meritocracia).
Esta política irritó a la
burguesía pro imperialista ya que se interrumpieron los planes de privatización
de PDVSA, y en consecuencia, los planes de expansión del grupo Polar y Cisneros,
fundamentalmente, hacia la industria petrolera como socios minoritarios del capital
petrolero internacional, ya que no tienen ni la tecnología ni la capacidad
financiera para desarrollarlo. Por otro lado la ley de Hidrocarburos y la Ley
de tierras, instrumentos necesarios para el avance de los planes nacionalistas
y de desarrollo de la soberanía alimentaria, propuestas en la campaña electoral
por el Polo Patriótico, contribuyeron a la irritación de los ganaderos,
terratenientes, y a la burguesía periférica ligada al sector petrolero, organizada
en la Cámara Petrolera de Venezuela. Esto fue lo que estimuló a
organizarse políticamente contra él (gobierno revolucionario), usando
armas económicas equivocadas para ello. El pensamiento
maniqueo e infantil, de estos economistas, los lleva a calificar las armas de
la burguesía como equivocadas. Esta burguesía genocida como lo demostró el 27 de
febrero del 89 y el 11, 12 de abril, utiliza todas las formas de lucha para
sojuzgar a los pueblos cuando están en juego sus intereses. Juzgar a la burguesía por las armas económicas que
utiliza, es una ingenuidad demencial, infantil y suicida. Es confundir y
engañar a la población. Estamos en una guerra como lo demostró el asesino de
Capriles cuando ordenó el ataque a la población Chavista con un saldo de 11
asesinatos, asedió a la Presidenta del CNE, atacaron a 14 y más CDI. Mercales y
varios PDVAL fueron asaltados. Estos ataques, según estos economistas
académicos, fueron provocados por nosotros. Por la política económica.
Lo
peor es que una de las condiciones previas para establecer “conversaciones con
los sectores productivos, privados y socialistas, deben anunciarse jornadas
para hacer una Revisión (dentro de las R³) de las leyes y medidas que más han
afectado negativamente el ambiente que necesita la inversión privada y
cooperativa para producirse, como el
tema de las invasiones, las expropiaciones inesperadas, las rigideces
innecesarias del mercado de trabajo, el régimen cambiario, las
condiciones macroeconómicas.” La Asamblea Nacional expresión de la mayoría
del pueblo excluido de la propiedad de los medios de producción tiene que
revisar las leyes que favorecen a los trabajadores, para beneficiar el
“ambiente que necesita la inversión privada,” en otras palabras, hay que desmontar las
conquistas de los trabajadores y el pueblo para que la burguesía reconquiste los pocos privilegios perdidos en
estos 14 años.
Es
necesaria “revisión de leyes y medidas que más han afectado negativamente,” a
los intereses de la burguesía, lograr el “ambiente que necesita la inversión
privada” como flexibilizar el mercado
laboral, para facilitar la acumulación, es decir, la explotación del hombre por
el hombre. Estos economistas señalan en relación al trabajo lo siguiente: “La
política de protección de trabajo desde el Estado ha obedecido en exceso
a una concepción en que se tiene las empresas privadas como si fueran
capitalistas explotadoras del trabajo, todas ellas, desconociendo que
la dinámica dialéctica ha determinado que el trabajo se ha estado protegiendo y
ganando espacios endógenamente.”
Esto realmente es el meollo de la
QUINTA COLUMNA IDEOLÓGICA, según estos académicos la “protección de
trabajo desde el Estado ha obedecido en exceso a una
concepción en que se tiene las empresas privadas como si fueran capitalistas
explotadoras del trabajo.”
Entonces, si el capitalismo no se basa en la
explotación del trabajo asalariado resulta entonces que el capitalismo es igual
al socialismo. Para que nos empeñamos en hacer una revolución socialista o una
transición al socialismo si ya lo tenemos.
Esta es la verdadera QUINA
COLUMNA IDEOLÓGICA que se desliza peligrosamente a lo interno de la revolución.
La protección del trabajo es endógena, los trabajadores están protegidos
endógenamente de la explotación trabajo. Uno de los ejemplos más risibles del
concepto de socialismo empresarial lo encontramos en este mismo documento: “Quien
sea socialista no debe dudar de esto, cuando la mayor parte de las empresas capitalistas
exitosas hoy en día a nivel mundial, han introducido, de una forma u otra, en
un grado mayor o menor, las relaciones socialistas de producción hacia su
interior, mediante el otorgamiento de acciones a los trabajadores, disminuyendo
la alienación explotadora de la plusvalía por parte del capital.” Este
descubrimiento, ¡es la vía capitalista
al socialismo!, las relaciones de producción a lo interno de las empresas son
socialistas porque los trabajadores son accionista. Porque a los dueños se les
ocurrió, que para disminuir la alienación explotadora de la plusvalía por parte
del capital, es necesario darle algunas acciones para que se sientan
propietarios y sientan lo ventajoso que son las relaciones de producción
socialistas. Esto es una verdadera estupidez. Esperamos que el significado de
socialismo de nuestra Dirección Revolucionaria no se acerque ni un ápice a esta concepción Nacionalsocialista.
En el próximo artículo La Quinta
Columna Ideológica II seguiremos analizando, La Quinta Columna Ideológica.”
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